- Nuestro Padre Jesús del Convento de Santa Ana Chiautempan
- Es una imagen tallada en madera fina, del tamaño medio de un hombre, un poco encorvado y con la mirada fija hacia abajo, probablemente fue mandada hacer con algún estatuario de Puebla o México, pues hay datos que desde la segunda mitad del siglo XVI ya se veneraba en este convento. El pueblo de Chiautempan, así como los demás circundantes y lejanos le ha consagrado su fe, patentada desde la época colonial, siendo tantos sus milagros, que existe una leyenda extraida de la tradición oral, la cual nos habla lo siguiente: Leyenda de Nuestro Padre Jesus del Convento. En el siglo XVI, ya pasados 45 años de la caída de la Ciudad del Tenochtitlan, 35 de la aparición de nuestra señora del Coatlaxopeuh y 25 de Nuestra Señora del Ocotlactlalia, nació en este pueblo de Chiautempan, la fe que le impulsaría a renacer de sus raíces, como pueblo de Toci y de Camaxtli. Corría el año de 1566 en el entonces pueblo y doctrina franciscana de Chiautempantlan, cuando, según se cuenta, los señores fiscales y mandones del vecino pueblo de San Bartolomé Tlacaxoloc, llegaban una noche de la ciudad de la Puebla de los Ángeles, a este pequeño pueblecillo de Santa Ana de Chiauhtempa, llevando consigo una imagen de Nuestro Señor Jesucristo, a Tlacaxoloc, para su veneración, es entonces, cuando, al caer la noche, los mandones de Tlacaxoloc, piden posada en el Convento Franciscano de Nuestra Señora de Los Ángeles y de Nuestra Señora Santa Ana, siendo aceptada aquella petición por los reverendos padres Franciscanos que guardaban este monasterio. Al día siguiente, los mandones de los 8 barrios que componían el pueblo de Chiautempan, acompañaron a los de San Bartolomé Tlacaxoloc a llevar la imagen en procesión triunfal a este pueblo. Pero, apenas salióse aquella imagen, esta empezaba a pesar mas y mas, conforme se acercaba aquella procesión a un barrio perteneciente a San Bartolomé Tlacaxoloc, conocido como San Pablo Apetlatitlan, llegando al grado, que, al pasar la barranca que dividía una parte de Tlacaxoloc con los barrios de Chahcoatzin y Tecuepohtzin, barrios pertenecientes a Chiautempan, la imagen de Jesús pesaba tanto, que se llegó al grado de ponerla en una carreta para que esta, se llevase la imagen, siendo tal la sorpresa del arriero, al ver que su mula, no aguantó el peso de la efigie, y cayendo inconsciente. Entonces, dada la situación, ocurrió el primer milagro de la Imagen de Nuestro Padre Jesús del Convento, debido a que él decidió quedarse en este pueblo de Chiautempan, para que sus habitantes le venerasen, quedando la imagen establecida de nuevo en el templo conventual de Nuestra Señora de Los Ángeles de Santa Ana Chiautempan. Así termina esta historia con la que inicia una nueva etapa para Chiautempan, así, en 1566, ante ese pequeño pueblo de sus 8 barrios Tecuepohtzin, Chahcoatzin, Chiautempan, Xalmac, Cihuateotzin, Deo Sancte, Coyanacatzin y Cortés, además como los demás barrios de Xaltantla, Xaltipan, Texcacoac, Tlapacoya, Ximentla, San Onofre, Teopanzolco, Tepetlapan y Xaxalan inició la veneración a esta sagrada imagen de Nuestro señor Jesucristo, conocida desde entonces como El Padre Jesús del Convento.
Enciclopedia Universal. 2012.